¡Dolar el Grande!

Una vez más queda demostrado que la civilización no piensa en nosotros. Establecida por el poder económico y consentida por nuestras ganas de consumo, quiere dominar a toda costa los recursos que nos ofrece la tierra, cueste lo que cueste a toda máquina. Organizando guerras, terrorismo y manipulando el pensamiento. Muerte a cambio de dinero. Odio para mantener la idea que la guerra es necesaria. Una cortina de seguridad para ocultar la locura del Capital. Políticos poniendo a su disposición el poder del estado, nuestro dinero, borrando nuestras ilusiones y alejando nuestro futuro. Guerra de clases enmascarada por la xenofobia. Miedo y televisión. Jodiéndonos de tal manera que no tenemos ni asegurada la vida. El bienestar baja y las acciones suben. La lógica macabra del teatro de los intereses. «Hermanos Demócratas» peleándose por el pastel. Mentiras servidas en la dulce bandeja de las últimas tecnologías.